Pagapu, Dando Gracias a Pachamama

Cada año en el mes de agosto, en una noche de luna nueva, el mismo ritual se repite, Don Lucho, el chaman del pueblo es convocado un día martes o jueves para realizar el “pagapu” o pago a la tierra.
A la media noche, Don Lucho nos acompaña a recorrer el viñedo, rezando calladamente antiguas oraciones que aprendió de sus mayores. Él quema incienso y palo santo para purificar la viña, agradeciendo a Pachamama o madre tierra por su generosidad al permitir una abundante cosecha y pidiendo para el año siguiente que los frutos de la uva se conviertan en pisco para nuestro deleite.
Al terminar la ceremonia, don Lucho pide permiso a los apus o cerros tutelares para abrir el vientre de la tierra y entregar sus ofrendas. Así, con una pequeña lampa ceremonial, en el lugar más alto de la viña, cava un agujero en la tierra y entrega respetuosamente sus presentes: hojas de coca, una botella de pisco, golosinas y tabaco para devolver a la tierra lo que ella nos entregó y que también se alimente.
Las ofrendas brindadas son cuidadosamente cubiertas con tierra y finalmente una pequeña cruz de madera adornada con flores es colocada sobre este entierro simbólico. Año tras año con amor, dedicación y respeto a la tierra, así se produce PiscoLogía.
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